Baby boomers, generación “X” y millenials: su rol en la sostenibilidad de las empresas
Por Ing. Luis Eduardo Martínez (*)
Desde hace algunos años hemos visto a los perfiles generacionales como un tema recurrente en las empresas, y no es para menos. Nos encontramos en un punto en las organizaciones, donde colaboramos y coexistimos tres generaciones con perfiles muy diversos.
Por un lado, están los baby boomers, quienes nacieron entre 1945 y 1960, hijos de la postguerra y que vivieron con claridad eventos como el movimiento de 1968. En la actualidad, ocupan muchas posiciones de liderazgo y creen en las jerarquías, buscando ser reconocidos por su trabajo y manteniendo una comunicación formal.
La generación que les sucede es la X, que dio forma a las personas nacidas entre 1961 y 1980. Ésta generó muchos cambios de paradigmas y vieron la transformación tecnológica, pasando de la época analógica a la digital. A esta generación les gustan los retos y nuevos conocimientos, y son creyentes del trabajo duro, el autodesarrollo y la capacitación.
Finalmente están los conocidos Millennials, que nacieron a partir del 1981 y hasta el año 2000. Son creativos y están completamente inmersos en la era digital, las redes sociales, la tecnología. Los Millennials disfrutan de la inmediatez, rechazan el autoritarismo, las formas acartonadas y no creen en un trabajo para toda la vida, sino en disfrutar y trascender.
Con esto en mente, es relevante entender que no existe una generación mejor que la otra. De hecho, una aproximación sostenible es comprender que la variedad de ideas y formas de entender el mundo, brinda a las empresas espacios para la innovación y la variedad de ideas, que puede ser una fortaleza buscada por las compañías.
El reto es que cada individuo abra sus paradigmas y deje de creer que su perfil y apreciación del mundo es la correcta, ya que cada grupo tiene sus fortalezas y debilidades. La visión debe ser poder integrar grupos de trabajo que logren unir sus esfuerzos y talentos en beneficio de un proyecto en común.
Si apostamos a la experiencia y formalidad de los Baby boomers, a las habilidades de adaptación de la Generación X y a la creatividad de los Millennials, solo por hacer una combinación de rasgos positivos, las empresas podrían responder a los cambios constantes que afronta el mercado.
Por esto es urgente que las empresas vean en la riqueza intergeneracional un espacio para la sostenibilidad de la empresa y su permanencia en la preferencia del consumidor en éstos y los años por venir.
(*) Director General de Sustentarse,